¡Cuánta inflación!, no me alcanza
ni para comprarme un chicle. O un caramelo sugus. Ahora dicen que lanzaron un
plan para contener la inflación, para arreglar un poco todos los quilombos
económicos que dejaron los militares en la Argentina.
Con este plan cambiaron los
billetes. No son más pesos, ahora se llaman Australes. Vamos a ver qué sucede.
Lo que es cierto es que no quieren seguir emitiendo guita, dicen que la van a
cortar con el déficit y quieren reducir el gasto. Espero que no sea perjudicando a los más vulnerables, como siempre se hace. A mi viejo se le estaba complicando mandarme plata, espero que esto no sea un problema más.
Ahora hay que esperar. Ya hubo manifestaciones, incluso huelgas generales. Los gremios no están para
nada contentos. Es cierto que tenían que tomar una medida en serio, pero de los
Australes, no sé… no me termina de convencer.
Se respira mucha euforia por el
dólar. Por lo menos eso es lo que escucho en todos los lugares públicos:
cuando espero en la parada de un bondi, cuando hago la cola en un banco,
etcétera. Parece que están en general asustados por lo que puede pasar con el peso
argentino, o este Austral, y se resguardan bajo el paraguas verde. Dicen que es
la historia del país.
Particularmente, no entiendo mucho
de economía. Es todo lo que toco de oído. Solamente espero llegar para los
puchos, a fin de mes y que esto no me complique seguir estudiando, me gusta la carrera, me gusta Santa Rosa.
Manuel
Sacchi