Apenas
subí las escalinatas, ingresé a la Facultad de
Ciencias Humanas, una cantidad de pibes juntos, manifestándose,
con banderas de diferentes colores, agrupaciones. Estaban con redoblantes y en
general persistía el griterío. ¿Qué está pasando acá, de dónde viene este
quilombo? me pregunté inmediatamente, y ahí nomás vi a un muchacho medio
apartado que caminaba con su mochila. “Es por la decana, es buena mina, pero
bueno, está ahí desde hace un tiempo, viste”, me dijo y siguió. No comprendí en
el momento, después me explicaron que había asumido en el 79 mientras echaban a
otra gente. Seguí caminando hasta el buffet, desde donde observé el ambiente.
Hay
un ambiente… un ambiente movilizado. Sí, hay mucho movimiento. Pero no todos.
Algunos la miran de reojo, o con desconfianza, otros no miran, y otros
solamente miran. “Yo no me meto, qué ganas de joder que tienen estos”, escuché
a una chica decir al pasar. “Estos se hacen los cocoritos, ahora cualquier
jeropa marcha”, dijo otro. “Sí, están con toda la leche de que “ahora somos
recontra democráticos”, y ni nos dejan estudiar”, le respondió el de al lado.
“A la universidad se viene a estudiar, a mí me dijeron que no me meta, y yo me
quiero recibir”, concluyó la tercera del grupo.
Había
banderas de Franja Morada en mayor medida, también de la Juventud Peronista,
del Partido Comunista, del Partido Intransigente, en fin, también de sectores
independientes. “¡Vamos Franja Morada!”, gritaban, “¡viva Perón, carajo!”, se
escuchaba, “¡viva la revolución!”, anunciaban. Me pedí un pebete, y le pregunté
al que atiende por qué están todos juntos. “Es por Ana Gatica, por haber sido
decana y vicedecana de nuestra facultad durante el anterior gobierno militar”,
y siguió “Se bardean entre ellos, pero hay algo que comparten todos en este
momento: el interés por los derechos humanos”. “Me dijeron que están trabajando
para que venga Zamora para dar una charla, y también Pérez Esquivel”. Al
primero no lo conocía, pero al segundo sí. Entonces me interesé.
Me
acerqué y le pedí a uno que creo era peronista me explique cómo venía la mano.
“Estos radichetas no dicen nada del ingreso irrestricto”. Lo miré e hice un
gesto de que no escuché. Yo rendí el ingreso y sin chistar. “Que estos
radichetas, ahora que son oficialistas, no hacen nada para que se eliminen los
cursos de ingreso”. “Vení hermano sumate”, y me pasó su bandera. La sostuve por
un rato, sin saber por qué, mientras me empujaban para que salte con ellos. Y
salté.
Me
sentí un tarado. No tenía ni idea por qué había tanto despiole. Me puse
colorado como un tomate, sentí el calor, pasé la bandera y me fui al baño. No
quería saltar y salté. No sabía qué hacía ahí e igualmente salté ¿eso es ser
militante?, pensé frente al espejo. Militante viene de militar. Militar es
aquel que deposita todas sus energías en algo que desconoce, que no entiende,
simplemente lo hace. Es eso, o yo soy un boludo.
Entonces
volví. Me acerqué a los de Franja Morada, y me dijeron que los peronistas “le
ponen trabas al gobierno y a nosotros acá en la Universidad”. “Encima que culpa
de ellos tuvimos un golpe de Estado”. Y los del Partido Comunista, les
pregunté. “Ellos ahora son tan revolucionarios que están queriendo que se
incluya en el claustro, a los trabajadores de la Universidad, por ejemplo, a
los trabajadores de la limpieza”. También Franja Morada quiso que salte con
ellos, pero volví lentamente al buffet. Compré otro pebete, y esperé. Hoy no se
cursaba en Humanas.
Manuel
Sacchi
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